lunes, 5 de agosto de 2013

El Renacimiento

Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de la cultura clásica. El término se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por cierto antropocentrismo.
En este sentido, el historiador y artista Giorgio Vasari (1511-1574) formuló una idea determinante: el nuevo nacimiento del arte antiguo (Rinascitá), que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho, el Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística medieval, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de Gótico. Sin embargo, los cambios tanto estéticos como en cuanto a la mentalidad fueron lentos y graduales.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional». Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido mucho; generalmente, con el término «humanismo» se indica el proceso innovador, inspirado en la Antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de las realidades histórica y natural que se aplicó en los siglos XV y XVI.

El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limitó a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los Estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.

HUMANISMO EN LA EDUCACION

El conflicto magisterial observado hoy en día por varios puntos de nuestro país, y que ha encontrado su sede en Morelos, es un signo más de la polarización política que vive el país pero sobre todo una crisis de sus instituciones. Sin embargo, entre las diversas razones de unos y otros, hay un hecho que está, en el fondo del conflicto y que nadie cuestiona: el humanismo en la educación. 
Humanismo, es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste en reflexionar y velar por que el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia. Sin embargo el humanismo va mas allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.
El hombre, según Fernando Savater,  pasa por dos gestaciones: la primera, que le da la vida; la segunda, la educación y es a través de ellas que se construye la interrelación entre hombre y sociedad, por lo tanto, es obligación de la sociedad preparar al hombre para su integración a ella, para transformarla y desarrollarla.
Balmes que “la educación es al hombre lo que el molde al barro, le da forma”, la educación intelectual tiene su origen en el estimulo de los sentimientos a lo largo de la formación.  A través de la educación que aportan tanto la sociedad, la escuela y la familia, al niño se le puede educar o maleducar con acción y omisión, con ausencia y con presencia, o  como diría Aristóteles. “por exceso o por defecto de mimos y tentaciones. 



La escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido. No obstante. La educación formal no es autónoma de la educación externa negativa que proviene de la sociedad y su entorno, juanto ala cual ha tenido que sobrevivir e incluso competir. Esta ultima entorpece contradice y desvaloraliza  los fundamentos pedagógicos del proceso educativo. Esto se manifiesta con la gama de información no adecuada, que resulta más atractiva para los niños y los jóvenes, a través del cine, la televisión, la calle y la información de la Internet. Dicha educación, lejos de formar, deforma y lejos de educar, deseduca.
El vasto, desarrollo científico y tecnológico que hemos vivido en estos últimos años, ha interconectado y transformado al mundo en los aspectos económico, político, social y cultural en un espacio globalizado, desapareciendo fronteras con consecuencias benéficas para la humanidad, proporcionando gran confort a nuestra calidad de vida, enormes logros en medicina y salud, alargando incluso, nuestro promedio de supervivencia. Sin embargo, estas grandes ventajas no nos han hecho mejores seres humanos, al contrario, nos han hecho vivir en mundos cada vez mas superfluos, alejados de la realidad, con ideas vanas, nos han vuelto mas egoístas, mercantilistas, presuntuosos, enajenados por modas pasajeras sin ningún valor, han acrecentado la ambición entre los hombres y el poder como principales medios para dominar a nuestros semejantes. 
Esto nos ha llevado a vivir en nuestra época, una crisis de desvalorización del ser humano que se manifiesta en formas tales como: deterioro ambiental, inseguridad, migración, terrorismo, narcotráfico, marginación, violencia, guerra pobreza, analfabetismo, ignorancia, intolerancia, inequidad, discriminación,
En el contexto actual se han presentado profundas transformaciones en torno a la forma de ser, pensar y de actuar de esta civilización que en realidad muy poco tiene de civilizada. La escuela requiere, tanto de fondo como de forma. Con la principal meta de formar personas, autómatas calificados, que solo compitan por los mejores puestos profesionales. Se requiere de estudiantes que se amolden, se ajusten y sean competentes para encajar dentro de un sistema, listos para producir pero también capaces de autoevaluarse constantemente tanto en lo profesional como en lo personal. El hombre debe convertirse en un todo armónico donde todas sus potencialidades y habilidades han de desarrollarse plenamente y no solo la razón.
Una propuesta para crear estudiantes armónicos consiste en integrar y hacer énfasis en los fundamentos de la filosofía de la educación, los cuales han sido ignorados o, en el peor de los casos, desconocidos por aquellos que son autoridades educativas y los maestros. Estos principios generales abarcan aspectos como: la epistemología, la filosofía de la enseñanza; la parte ontológica, basada en el desarrollo del ser; la parte axiológica, que estudia los bienes educativos, los valores y los fines educativos y por ultimo la parte antropológica que entiende los procesos de enseñanza desde la naturaleza del hombre.    
Uno de los problemas que contribuye a la perdida del aspecto humano de la educación es que el profesor provoca dicha situación en el aula, con practicas tradicionalistas que anulan al niño aprendidas en los Centro Normales de Educación, a través de actitudes y conductas tales como el autoritarismo, el abuso del poder, la competencia, el individualismo. Entonces resulta necesario analizar la necesidad de que la verdadera educación inicia con humanizar a los maestros, para que estos lo hagan con sus alumnos. Tarea en verdad complicada, pero necesaria y urgente es el educar y humanizar al profesor. Con esta idea es la oportunidad de establecer el reencuentro del hombre con el mismo.
Por eso y mucho mas que incentivar a movilizaciones  para la lucha  y conquista de interés particulares, como sociedad y padres de familia, fomentemos el dialogo con los profesores de nuestros hijos y motivémoslos a que antes de ir a pedir mejores modalidades de pago por parte del estado, se trasforme a la educación, y con esa obra realizada se pida lo que por trabajo y esfuerzo verdaderamente corresponde, propongamos un ambiente cordial, empático y respetuoso, con un grado oportuno de libertad, dando pie al desarrollo de una clase democrática cuya finalidad sean aprendizajes significativos y duraderos centrados en los alumnos.

La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, apliquemos estos conocimientos teóricos propuestos y muchos más, pongámoslos en práctica en la casa, en la calle, en la escuela y en todo lugar, vivamos con valores, actuemos con apego a principios éticos, seamos mas reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos mas abiertos, menos directivos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos mas  humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos, y finalmente, a los maestros y padres de familia, enaltezcan el verdadero valor de educar, cuya meta no solo es lograr mejores profesionistas si no mejores seres humanos.

HUMANISMO

El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en lapenínsula Itálica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Busca la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las reformas (luterana, calvinista, anglicana.), la Contrarreformacatólica, la Ilustración y la Revolución francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo una estética impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en nuevas formas de letra, como la redonda conocida comoLetra humanística, evolución de las letras Fraktur tardogóticas desarrollada en el entorno de los humanistas florentinos como Poggio Bracciolini y de la cancillería papal en Roma, que vino a sustituir mediante la imprenta a la letra gótica medieval.
La expresión humanistis studiensins fue contrapuesta por Coluccio Salutati a los estudios teológicos y escolásticos cuando tuvo que hablar de las inclinaciones intelectuales de su amigo Francesco Petrarca; en éste, humanitas significaba propiamente lo que el término griego filantropía, amor hacia nuestros semejantes, pero en él el término estaba rigurosamente unido a las litterae o estudio de las letras clásicas. En el siglo XIX se creó el neologismo germánico Humanismus para designar una teoría de la educación en 1808, término que se utilizó después, sin embargo, como opuesto a la escolástica (1841) para, finalmente, (1859) aplicarlo al periodo del resurgir de los estudios clásicos por Georg Voigt, cuyo libro sobre este periodo llevaba el subtítulo de El primer siglo del Humanismo, obra que fue durante un siglo considerada fundamental sobre este tema.
El Humanismo propugnaba, frente al canon eclesiástico en prosa, que imitaba el latín tardío de los Santos Padres y empleaba el simple vocabulario y sintaxis de los textos bíblicos traducidos, los studia humanitatis, una formación íntegra del hombre en todos los aspectos fundada en las fuentes clásicas grecolatinas, muchas de ellas entonces buscadas en las bibliotecas monásticas y descubiertas entonces en los monasterios de todo el continente europeo. En pocos casos estos textos fueron traducidos gracias al trabajo de entre otros Averroes y a la infatigable búsqueda de manuscritos por eruditos monjes humanistas en los monasterios de toda Europa. La labor estaba destinada a acceder así a un latín más puro, brillante y genuino, y al redescubrimiento del griego gracias al forzado exilio a Europa de los sabios bizantinos al caer Constantinopla y el Imperio de Oriente en poder de los turcos otomanos en 1453. La segunda y local tarea fue buscar restos materiales de la Antigüedad Clásica en el segundo tercio del siglo XV,en lugares con ricos yacimientos, y estudiarlos con los rudimentos de la metodología de la Arqueología, para conocer mejor la escultura y arquitectura. En consecuencia el humanismo debía restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión de estos autores de la Antigüedad Clásica, a la que se consideraba un modelo de conocimiento más puro que el debilitado en la Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el estilo y lengua de los escritores clásicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu humano, en el marco general de la filosofía: las artes liberales o todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología, expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas y la palabra viva y oral del diálogo y la epístola, típicos géneros literarios humanísticos, junto a la biografía de héroes y personajes célebres, que testimonia el interés por lo humano frente a la hagiografía o vida de santos medievales, y la mitología, que representa un rico repertorio de la conducta humana más sugerente para los humanistas que las castrantes leyendas piadosas, vidas de santos y hagiografías de Jacopo della Voragine y su leidísima Leyenda dorada. Este tipo de formación se sigue considerando aún hoy como humanista.
Para ello los humanistas imitaron el estilo y el pensamiento grecolatinos de dos formas diferentes: la llamada imitatio ciceroniana, o imitación de un solo autor como modelo de toda la cultura clásica, Cicerón, impulsada por los humanistas italianos, y la imitatio eclectica, o imitación de lo mejor de cada autor grecolatino, propugnada por algunos humanistas encabezados por Erasmo de Rotterdam.


martes, 30 de julio de 2013

Los Mexicas

Los Mexica



Los asientos de la cultura Mexica se ubicaron en un islote dentro del antiguo lago que existía en el valle de México, su desarrollo como cultura se dio durante el periodo postclásico y Su origen según su leyenda es la tierra de aztlan que algunos historiadores consideran se encuentra físicamente en los actuales estados de Nayarit o Guanajuato, el valle lacustre en el cual fundaron la poderosa ciudad de Tenochtitlan se encontraba ya habitada antes de su llegada. los señoríos de Culhuacan y Azcapotzalco En un principio sometieron a los mexicas o aztecas aunque permitiéndoles asentarse en un islote dentro del antiguo lago de texcoco, lugar donde fundarían el ultimo y mas grande imperio en mesoamerica que sucumbiría en 1521 a las fuerzas españolas e indígenas que la sometieron. Para el año de 1498 su fuerza militar les permite sacudirse el dominio del señorío de Azcapotzalco y posteriormente formarían la llamada triple alianza con la cual su poder e influencia se extendería casi hasta cubrir la totalidad de mesoamerica.

La cultura mexica tenia una sociedad guiada por el Tlatoani o gran señor, funcionarios administrativos y se complementaba la sociedad con artesanos y campesinos. su ubicación dentro de un lago hizo que tuviera variedad de productos para el consumo de su población así como para el comercio, peces, carnes de variedad de aves y diversos granos eran posibles obtener y cosechar casi en cualquier época del año, el mercado o tianguis de Tlatelolco fue el lugar donde el intercambio de productos se daba mediante el trueque es decir que intercambiaban algún objeto por otro de igual o menor valor.



Las matemáticas eran también manejadas por la cultura mexica ejemplo de ello es el llamado calendario mexica (azteca). Se puede decir que los aztecas fueron los herederos de los conocimientos que en el transcurso de los siglos fueron acumulando las demás civilizaciones mesoamericanas, a la llegada de los españoles estas no se perdieron si no que se mezclaron con la cultura hispana dando como resultado una amalgama de cual nace una nueva cultura mexicana y una nueva historia se comenzo a escribir.

Los Mayas

Los Mayas.



La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000 años.

Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia mayense.

La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.

La conquista española de los pueblos mayas no se consumó hasta 1697, con la toma de Tayasal, capital de los mayas Itzá, y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj, en el Petén (actual Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, dando así fin a la denominada Guerra de Castas.


Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el preClásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá (ambas las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente), Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes (lugares de gobierno y residencia de los nobles), siendo el mayor encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban tetún, ‘tres piedras’), que muestran efigies de los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, entronizaciones, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como una de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.

Los Olmecas

Los Olmecas




La cultura olmeca es el nombre de la civilización que se desarrolló durante el Preclásico Medio. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de esta área cultural, se considera que el área nuclear olmeca —o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce, a cabalidad, la filiación étnica —esto es, quiénes son los antepasados de este pueblo—; sin embargo, hay numerosas conjeturas que han intentado resolver el problema de la identidad de los olmecas. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México, como Cacaxtla.

Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana.1 Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los atributos propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.